¿Qué fue de las guerreras japonesas samurai? Lea a continuación sobre las azañas de mujeres honorables en el antiguo japón.
Lejos de la imagen infantilizada que dibuja el Japón actual de la mujer en su cultura popular, es precisamente allí donde las mujeres samurai lucharon hasta la muerte con un coraje digno de reconocimiento. El papel de la mujer durante el periodo samurai ha quedado eclipsado por figuras masculinas insignes que han sobrevivido como representantes de un tiempo de guerra y honor.
Además, al rascar superficialmente sobre el papel de la mujer en la historia de Japón lo que se muestra, en primer lugar, son leyendas épicas de emperatrices y princesas guerreras que apenas representan la punta de lanza de una saga de mujeres entrenadas en las artes de guerra y que combatían hombro con hombro en los campos de batalla hasta el último aliento.
A lo largo de las próximas líneas desentrañaremos el rol que desempeñó la mujer samurai, onna bugeisha 女武芸者, a través de evidencias históricas, seguido de algunos ejemplos significativos de su heroicidad y finalizar con un análisis de sus prácticas marciales. Todo ello con el fin de dar a conocer su papel valeroso y honrar la memoria de todas ellas.
La mujer samurai ¿mito o realidad?
Aunque podemos intuir por la temática del artículo que la mujer como guerrera en Japón está corroborada, lo cierto es que las evidencias históricas de su relevancia han sido escasas y han tardado en aparecer. Sin esas evidencias pareciese que la guerra y sus entresijos fueran papel exclusivo del varón y el de la mujer meramente testimonial durante el periodo feudal.
En el arte antiguo, la mujer guerrera se muestra idealizada por la épica, y en algunos casos caricaturizada, dando poco margen para poder extrapolar a una realidad generalizada. Es por ello que estas obras no han sido suficiente para evidenciar el mito.
Son más conocidas las funciones que las onna bugeisha desempeñaban en la defensa de castillos y logística en las guerras, pero lo que sí ha sido un hallazgo sin precedentes es el análisis de los restos humanos de batallas en campo abierto. Hasta la fecha se han analizado los huesos de las siguientes batallas arrojando los siguientes resultados:
Batalla de Senbon Matsubara 千本松原: En Nemazu, Shizuoka, enfrentó en el año 1580 a las tropas de Takeda Katsuyori (hijo del mítico Takeda Shingen) con el ejército de Hôjô Ujinao (sobrino de la mujer de Katsuyori). Entre los restos se encontraron 35 femeninos de entre 105 totales (33%).
Restos enterrados en Zaimokuza 材木座: Proceden de los fallecidos en el sitio de Kamakura parte de la guerra Genkô en 1333 entre los leales al emperador Go-Daigo y el clan Hôjô. El análisis muestra una proporción de que el 30,5% de los enterrados fueron mujeres.
Ruinas del castillo de Edôsaki 江戸崎: En la prefectura de Ibaraki, se piensa que formaron parte de la campaña de Toyotomi Hideyoshi en Odawara. En este emplazamiento se han identificado entorno a un 25% de sexo femenino.
Otras investigaciones sobre las campañas de Takeda Shingen arrojan proporciones que rondan el 20% de mujeres.
Hemos de decir que estos resultados no deben generalizarse, pero sí nos arrojan a la luz la evidencia de que la mujer sí que estaba implicada en las batallas como guerrera, algo que antes de dichos estudios solamente era una suposición. Más allá de estos datos que corroboran el arquetipo de la guerrera, en los relatos se distinguen dos tipos de roles femeninos en los conflictos bélicos del Japón samurai.
El primero es el ya citado como parte importante del ejército que guardaba los castillos. Es en este rol que la mujer suplantaba con su capacidad y habilidades a su marido que se asumía en el frente. Dentro del castillo desempeñaban labores de preparación de las defensas, administración de lo víveres, control de la munición y armas, así como formar la última línea de combatientes en caso de tener que enfrentar una invasión.
El segundo las implica como luchadoras en las revueltas, conocidas como ikki 一揆, de facciones religiosas o sociales que se levantaban contra el daimyô durante el periodo feudal. Estos grupos no contaban con los recursos humanos ni logísticos para enfrentarse contra las tropas del feudo y requerían que todos sus miembros fueran hombres o mujeres, ancianos o niños, para poder garantizar unas mínimas oportunidades de éxito. Es en estos sucesos donde la mujer se envolvió de una forma mucho más general, luchando y compartiendo destino con el resto de miembros.
En ambas situaciones, ya fuera por decisión personal o por verse impulsada por las circunstancias, la mujer tomó un rol que iba más allá del que parecía tenerle reservado..
El rol de la mujer en el Japón feudal
Por más que el presente artículo trate de centrarse en la figura de las mujeres samurai como valientes heroínas, no debemos olvidar cuál era el papel que tenía reservado la mujer en la sociedad feudal japonesa.
Durante el periodo Heian s. VIII-XII (era prefeudal) toda la estructura del estado estaba regida por el sistema ritsuryô 律令, un conjunto de leyes basadas en el Confucianismo y el legalismo chino. En este orden, la unidad familiar era de tipo uxorilocal/matrilocal (mukotorikon 婿取婚), es decir, de proximidad matrilineal. Incluso se cree que se dieron casos de mujeres que elegían su marido y padre de sus hijos a conveniencia, sin permitir la residencia de éste en su casa (tsumadoikon 妻問婚).
Sin embargo, con la llegada del periodo Kamakura s.XII-XIV y el ascenso de los samurai, se impuso el sistema conocido como ie 家 (lit. casa) aunque contiene una connotación de linaje. Este sistema transformó el modo de comprender las relaciones familiares y se pasó a un definir las residencias por acuerdos patrilocales (yometorikon 嫁取婚). Esta transición causó un importante aumento de las obligaciones de la mujer en relación a su situación previa y un detrimento de su posición familiar…
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Por Rebeca Roca Pritchard
Secretaria European Bugei Society
Por Luis Nogueira Serrano
Presidente European Bugei Society
Fûryûkan Bugei Dôjô
www.bugei.eu